1.- Reescribe el siguiente texto utilizando el registro formal de la lengua:
Yo ya
estaba mosqueao, porque cada vez que hacíamos un cambio de tren pues, no
veas, qué historia... Ella esperaba con el equipaje, y yo tenía que ir
pacá, pallá, y no paraba. Ara que, en Ginebra, cogimos casi todo el
equipaje, y lo facturamos. Porque en Suecia namás que te dejan entrar
una botella de vino, otra de coñá y otra de... a ver, te dejan entrar
una botella de coñá, otra de vino, pero no vino corriente, sino vino
amontillao, y otra de anís. Bueno, nosotros llevábamos una maleta cada
uno, y tres botellas en la maleta suya, y tres en la mía, que son lo
único que te dejan entrar. Pero en el equipaje que facturamos iban nueve
botellas más, tres en cada maleta. Y cuando llegamos allí, pasamos
aduana, lo que más me mosqueó fue que me quitaron el perro, al llegar.
Claro, fue por lo de la cuarentena; ¡joder, qué mosqueo con el perro! Yo
me quería volver otra vez pa España. Sí ¿tú sabes? De momento namás
llegar y bajar del barco ya me quitan el perro y después de una bronca
allí, con todos aquellos tipos, que yo no me enteraba, nos montamos en
un taxi para irnos a la casa, a la casa de su madre, que ya nos
esperaba, ¡y un frío que hacía en el taxi!, ¡brrr... El taxi con
calefaccción... !y a 25 grados bajo cero! Yo estaba muerto de frío. Y yo
le decía: "Ana, vámonos pa España..." "No hombre, que ya estamos aquí;
¿ahora nos vamos a volver patrás?" Y eso, que era en Goteburg, que es
más pal Sur.
Oriol Romaní, Un viaje por Europa.
|
lunes, 19 de septiembre de 2016
ADECUACIÓN TEXTUAL
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario